Pila vacía

Magnus Carlsen vs Fabiano Caruana. GOAT 960. Febrero 2024

En el ajedrez no están claros ninguno de los límites. Magnus saltó con el caballo negro de su rival desde la Fide hacia el cielo, volvió con el impulso de un torneo que, muy posiblemente, aplauda desde todos los lugares donde está Bobby Fischer.

Al fin un torneo 960 con suficiente reloj para un juego teórico de primer nivel, a la final llegaron los mejores del mundo: Magnus y Caruana.

Con la primera luna del dragón de madera se descubrió q Ding no pudo defender su título. La historia deseaba esta revancha.

En la última partida, la dama nació en ‘h’, los caballos en ‘a’ y ‘b’, con blancas Carlsen abrió g4 y con ese solo impulso amenazó ambos flancos. Fabiano defendió con c6 y complicó su rey y el natural desarrollo de los caballos y otra serie de cuestiones.

La primer batalla por el centro a distancia duró poco, con los enroques largos pronto se pobló allí de peones. Las blancas llevaron a todos, las negras aprovecharon para reparar el flanco descompuesto.

El medio juego inició con la columna 'e' abierta para Magnus, con buenos espacios para maniobrar, y en cambio, la columna 'c' para su rival, adicionando nuevas tareas defensivas a la pila de inconvenientes, y lo mismo fue con el peón 'h'. Allí el noruego pasó un peón a quinta. Para la jugada 15 estaban todos: los alfiles, los caballos y las torres y las damas. Los espacios eran de las blancas, y la pila de tareas del Peluca. En el arte de transformar la ventaja estratégica en poder táctico hay que vencer la destreza defensiva del Peluca, más que imposible.

Alinearon torres y alfiles, el de orígenes italianos mandó al caballo a la olla, pero en vez de ir a pelear fue a simplificar, cosa que nunca hizo Bobby, cambiar a una buena pieza por otra mala.

Se llegó al siguiente diagrama

Después de la secuencia se arribó al final, la tensión estaba en la columna 'h', el peón tan avanzado y otros cabos sueltos dividía al ejercito negro en varias partes, la fruta caería en la jugada 44.